Planta de Carbonización Hidrotermal
Este proyecto, liderado por el Dr. Luis Agustín Álvarez-Icaza del Instituto de Ingeniería de la UNAM, en colaboración con la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tiene como objetivo transformar la basura orgánica en energía limpia y carbón vegetal, contribuyendo así a la economía circular y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero .
Capacidad y Funcionamiento
La planta tiene la capacidad de procesar diariamente 72 toneladas de materia orgánica húmeda y 25 toneladas de materia orgánica seca, produciendo aproximadamente 8.7 toneladas de hidrochar, un biocarbón con alto poder calorífico. Este proceso permite la generación de electricidad limpia y la producción de pellets de carbón vegetal, que pueden ser utilizados como sustituto del carbón fósil en diversas aplicaciones industriales .
Beneficios Ambientales y Sociales
La operación de la PCH contribuye significativamente a la mitigación del cambio climático al reducir anualmente alrededor de 24,600 toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y capturar aproximadamente 9,500 toneladas de carbono. Además, al aprovechar la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, se disminuye la cantidad de basura que llega a los rellenos sanitarios, reduciendo así la generación de metano, un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento global superior al del CO₂
Reconocimiento Internacional y Perspectivas Futuras
La innovación y el impacto ambiental de la PCH han sido reconocidos a nivel internacional. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, destacó la planta como un ejemplo mundial de innovación en favor del medio ambiente y expresó interés en replicar este modelo en otras ciudades . El proyecto contempla la expansión a 36 módulos, lo que permitiría procesar hasta 2,500 toneladas de residuos orgánicos diarios y producir 300 toneladas de hidrochar, posicionando a México a la vanguardia en el manejo sostenible de residuos urbanos .
Desafíos Operativos
A pesar de su potencial, la planta enfrenta desafíos operativos, como la necesidad de una adecuada separación de residuos en la fuente. La presencia de materiales inorgánicos y contaminantes en la fracción orgánica puede dañar los equipos y afectar la eficiencia del proceso. Por ello, es fundamental implementar programas de educación y concientización ciudadana para mejorar la separación de residuos y garantizar el óptimo funcionamiento de la planta .
En resumen, la Planta de Carbonización Hidrotermal de la Ciudad de México es un proyecto pionero que demuestra cómo la ciencia y la tecnología pueden integrarse para abordar problemas ambientales y promover un desarrollo urbano sostenible.