Cámara salina
Descripción:
El ensayo de cámara salina, también denominada prueba de niebla salina, es un procedimiento normalizado utilizado para valorar la capacidad de materiales y revestimientos para resistir la oxidación, por ejemplo, las pinturas automotrices, recubrimientos impermeabilizantes deben pasar este tipo de pruebas. Este ensayo consiste en someter las muestras a un entorno artificialmente corrosivo, que reproduce situaciones de elevada humedad o ambientes marinos, mediante la pulverización de una disolución de sal sobre los elementos a analizar.
Propósito:
Medir la durabilidad ante la corrosión:
Determina cuánto resiste un material la degradación en entornos salinos o de alta humedad.
Verificar la eficacia de protecciones:
Evalúa si los recubrimientos, pinturas o tratamientos aplicados protegen adecuadamente contra la oxidación.
Simular condiciones reales:
Permite anticipar el comportamiento de los materiales en situaciones similares a las que enfrentarán en uso real.
Aplicaciones industriales:
Es fundamental en sectores como automoción, aviación, construcción naval y cualquier industria donde los materiales estén expuestos a ambientes agresivos.
Importancia:
Las pruebas de niebla salina son clave para asegurar la fiabilidad y vida útil de los materiales, evitando fallos prematuros, optimizando la seguridad y reduciendo gastos por daños causados por la corrosión.
Normativas de referencia:
Este método está regulado por estándares internacionales como ASTM B117 e ISO 9227, que garantizan la uniformidad y confiabilidad de los resultados.
Metodología:
1. Configuración del ambiente:
Se emplea una cámara cerrada en la que se regulan con precisión la temperatura y la humedad para mantener condiciones constantes.
2. Preparación de la solución corrosiva:
Se utiliza una mezcla de agua y sal (normalmente cloruro de sodio) que se atomiza dentro de la cámara, generando una niebla salina que cubre las muestras.
3. Período de exposición:
Las muestras permanecen en la cámara durante un tiempo determinado, que puede ajustarse según el tipo de material o los requisitos de la prueba.
4. Análisis de resultados:
Tras finalizar el ensayo, se examinan las muestras para detectar signos de corrosión, como oxidación, picaduras, descamación o pérdida de propiedades.

